27 mar 2010
Buenos Aires se despierta un día mas, tras una noche de trabajo y una merecida propina me dirijo a mi nueva casa, esta vez en taxi, aunque seguramente siguen ahí mis ya apreciadas travestís y prostitutas que hacen la calle donde vivo y la luz del sol ya se ha hecho presente, no me apetece correr desde la parada del autobús asta la puerta de mi casa, una puerta enorme de hierro, que pelea conmigo cada día para ver quien de las dos es mas fuerte, recorro la biblioteca y las cuatro habitaciones en obras, Huma sale a saludarme como cada día, esta vez con mas cara de dormida que de costumbre, atravieso el comedor y salgo al jardín, dos gatitos salen corriendo asustados, mientras yo lucho con las ramas de un jazmín enorme que cae sobre la escalera que lleva a mi guarida, antes de entrar en casa miro la fuente del jardín, me recuerda por muy cansada que este y por muy triste que hayan podido ser algunas horas de este largo día, lo mucho que me alegro de haber encontrado este lugar...
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